
Después de esperar 14 años, construimos una institución de Derechos Humanos de Niñas, Niños y Adolescentes absolutamente nueva que evita solapamientos y promueve la jerarquización del Sistema de Protección de Derechos.
Al nacer en la pandemia, nuestra agenda se vio modificada y tuvimos la necesidad de señalar los desafíos más urgentes.
Incidimos fuertemente para que se modifique el régimen de la AUH. Logramos que se plasmen en el decreto 840 y así incluir a más de un millón de niñas y niños.
Intervinimos junto con las y los defensores provinciales para una vuelta segura a clases y el cuidado de la comunidad educativa. Frente a la interrupción de trayectorias educativas, exigimos creatividad y flexibilidad.
Incidimos para la conformación de una mesa interministerial provincial y otra nacional, herramientas para evitar la mortalidad infantil y garantizar el derecho a la identidad a las comunidades indígenas del Chaco salteño.
Recibimos 305 consultas sobre vulneraciones de derechos en todo el país. Asesoramos e intervenimos en 117 situaciones.
Compartimos los ejes centrales de nuestra agenda de trabajo post pandemia con el Jefe de Gabinete, ministras y ministros nacionales y provinciales.
Trabajamos asociados con la OPC para analizar la Inversión Pública en Niñez; con la Universidad de Lanús, para que el sistema de salud mental atienda a la niñez y la adolescencia, respetando sus derechos humanos y con Unicef, para la jerarquización del Sistema de Protección, el monitoreo de políticas públicas y la construcción de una red federal de defensorías.
Emitimos recomendaciones y pronunciamientos sobre restricciones y vulneraciones de derechos. Viajamos a Formosa y logramos que 246 niñas y niños que estaban en instituciones regresaran a sus hogares.
Pasamos por la cuarentena y debimos supervisar e intervenir para garantizar la seguridad sanitaria de las instituciones convivenciales y penales.
Requerimos robustecer las políticas públicas destinadas a las y los adolescentes de 14 a 18 años.
Organizamos campañas, actividades y eventos para sensibilizar y promover los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
Porque la voz de las chicas y chicos es insustituible, generamos espacios para escuchar sus opiniones, perspectivas y propuestas.
Porque La Defe es profundamente federal, trabajamos junto con las Defensorías provinciales que ya existen en Misiones, Córdoba, Santa Fe, Santiago del Estero, La Pampa, y seguimos promoviendo su creación en todas las provincias y municipios.
Porque nadie vive en la nación sino en una provincia, un barrio, un pueblo, nos reunirnos con organizaciones sociales de todo el país para fortalecer el alcance territorial de nuestras misiones y funciones.
A un año de nuestra fundación, seguimos con el mismo compromiso trabajando para velar por la protección y promoción de los derechos de las niñas, niños y adolescentes de la patria.